Semana Santa entre Playas y ViaCrucis.

Los salvadoreños viven con mucho fervor religioso y tradición, pero también con la diversión que pueden encontrar en playas y centros turísticos, la celebración de la Semana Santa a lo largo y ancho del país, aunque con austeridad.
Sin importar el inclemente sol y la falta de presupuesto, la población ha comenzado a visitar las playas y centros turísticos, así como también asiste a las actividades programadas por la Iglesia Católica, que a partir de este miércoles se incrementan.
Desde este día, cuando los empleados privados son los últimos en salir de vacación, el país queda semiparalizado para dar paso al descanso, ocio y diversión.
En las playas, los festivales y bailables con grupos musicales en vivo intensifican su actividad para deleitar a miles de veraneantes y de turistas que buscan refrescarse y broncearse.
Cientos de fanáticos se han desplazado hacia la Costa del Sol, en el pacífico, para disfrutar del primer torneo internacional de fútbol de playa que organiza el país, donde las selecciones de Uruguay, Costa Rica, Guatemala y de El Salvador se enfrentan desde esta noche.
En los parques y centros turísticos también se reporta mucha gente, sobre todo, familias enteras, que debido a lo cómodo que resulta la entrada, son muy visitados en esta época.
La directora del Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU), Dolores de Funes, señaló que ante la situación económica adversa, se permite que los visitantes lleven sus alimentos para pasarla bien en familia.
Los rellenos de pescado, las torrejas (pan envuelto en huevo y miel de atado), los jocotes en miel y otros dulces son los platos de mucha tradición en esta temporada.
Las familias se esmeran por hacer estos platillos o comprarlos en comedores populares, donde su costo no resulta alto, excepto el pescado envuelto que tiene un precio mayor.
Las autoridades de tránsito mantienen un estricto control de disuasión en las carreteras y específicamente los que conducen a las playas, debido a que muchos beben licor o cerveza en esta época.
Por otra parte, la Iglesia Católica tiene todo preparado para las procesiones del Silencio del jueves, el Viacrucis y el Santo Entierro el Viernes Santo, que es el día donde los salvadoreños dejan todo y se suman a la conmemoración de la vida, muerte y pasión de Jesucristo.
En un país, donde la mayor parte de la población ejerce el catolicismo, la tradición se impone en las solemnes procesiones de cada pueblo y en San Salvador.
La solemnidad del Viacrucis y Santo Entierro en Sonsonate, en el occidente del país, es impresionante, donde los voluntarios que participan en las procesiones visten de manera rigurosa el color morado y negro.
En San Salvador, cientos de jóvenes se preparan para elaborar a base de aserrín o sal las tradicionales alfombras, por donde pasará Jesús con la cruz a cuestas, ya sea en representaciones en vivo o con la imagen cargada por los fieles, lo mismo para el Santo Entierro